El viajero come con una amiga abogada en Fort Lauderdale. Un borracho muy animado en la mesa de al lado intenta buscar conversación todo el tiempo. A cierta altura de la conversación, la amiga le insiste al borracho que se calle. Pero él insiste:
—¿Por qué? He hablado de amor como un hombre sobrio nunca habla. He demostrado alegría, he intentado comunicarme con desconocidos. ¿Qué hay de malo en ello?
—No es el momento oportuno —responde ella.
—¿Quiere decir que existe una hora oportuna para mostrar felicidad?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario